Reseña | Need For Speed Payback

Need For Speed regresa este año con muchas más ganas de venganza que nunca.

Need for Speed nos trae una historia de venganza, redención y superación. Y no, no hablo de la historia de Lil’ Ty y sus amigos para al fin derrocar a The House; me refiero a la gente de Ghost Games que decidieron hacerle caso, sólo un poco, a los fans e hicieron de Payback un buen juego a secas.

Drive proud!

Imaginen esto, un chico que viene del barrio, aprende a conducir a una edad temprana y se da cuenta de que tiene talento así que, claro, se dedica a correr y apostar en carrera ilegales. Este chico se llama Tyler Morgan y es un as detrás del volante, el Drag y las carreras en pista son lo suyo. Ahora, un día una chica llamada Lina Navarro que al parecer conoces de hace tiempo atrás te propone estafar al dueño de un casino y robarle su Koenigsegg.

Claro que, esto no lo puedes hacer solo por lo que necesitaras un crew que será conformado por: Jessica Miller, una chica adinerada que decidió rebelarse y se unió a una academia de policías, pero pensó que era más divertido hacerla del Transportador, por lo que ella nos ayudará en las persecuciones policiacas y en entregas de ciertos “paquetes”; Sean McAlister un chico londinense que fue a Fortune Valley buscando el sueño americano, ama el off-road y el derrape; Ravindra Chaudhry nuestro mecánico y genio tecnológico que nos deja estar en su garaje.

Pero algo sale mal, así que terminas sin nada más que sed de venganza pero, al transcurrir el tiempo te das cuenta de que la razón por la que luchas es egoísta, así que tú y tu crew deciden luchar por una buena causa, que es derrocar a The House para que las carreras ilegales vuelvan a ser divertidas para todos.

Sí, esa es la historia de NFS: Payback, ¿que esperaban? ¿Un guión digno de un óscar?

Déjenme aclararles que, a pesar de todos los clichés y lo predecible no es una historia esencialmente mala, sin embargo, nunca te sientes identificado con nadie, y a pesar de que los personajes se llevan bien entre sí, nunca sientes esa “chispa” que necesitas para sentirte feliz o triste por ellos. La verdad es que, con todo y sus “plot twist” nunca te enganchas.

Puedo decir de manera atrevida, que a pesar de que el modo historia del juego aún puede llegar a sentirse como algo en lo que aún hay que trabajar, no fue un punto que me pareciera esencial a la hora de juzgar en general esta entrega, pero déjenme y les hablo un poco más de estos motivos a través del gameplay del juego.

Ser el mejor de los mejores significa cometer errores y continuar

Algo de lo que nos quejamos mucho en el juego anterior, fueron las físicas que no se sentían bien y la dificultad que era nula. Este año las físicas han cambiado muy poco, pero lo suficiente para que sientas que es un juego diferente mientras que la dificultad me pareció aceptable; lo jugué en difícil y la verdad es que, la gran mayoría de las carreras me pareció desafiante, sin llegar al punto de no poder pasarlas pero sí obligándome a no cometer errores.

También hubo algunas carreras en las que llegue a sentir que la IA era un poco “tramposa” pues a veces me chocaban para que yo me fuera a estampar contra una pared y claro, está ese raro sentimiento de que el primer lugar se separa demasiado de los demás, pero en el último kilómetro lo rebasas. Me hace pensar que esta fue la manera de Ghost Games para decirte “eres bien bueno, lo alcanzaste a pesar de que iba muy lejos”.

La manera de terminar el juego es derrotar 3 crews o “ligas” con sus respectivas disciplinas y luego un evento, esto se repite hasta el final. Yo dividiría el juego en dos partes: la primera que dura 6 o 7 horas y la segunda, que dura unas 4 más o menos. El primer coche que escojas con Mac y con Ty estará contigo toda la primera parte –sí, vas a estar con los mismos coches por casi 7 horas– es un pain in the ass lo sé, pero es eso o grindear dinero por horas, pues la economía del juego está mal balanceada.

¡Ah! Sí, ¿cómo se me pudo olvidar? También hay una forma en la que “no gastas tanto dinero”: los derelicts son coches que puedes armar desde cero pudiendo escoger su clase, estos coches se pueden mejorar al máximo por lo que te pueden servir para la segunda parte. ¿Cómo los consigues? Bueno, cuando derrotas las primeras ligas te dan fotos de donde puedes encontrar el chasis y lo que necesitas para armarlos, pero créanme les va a salir más caro.

Los eventos están divididos en 5 disciplinas:

• Racing: Carreras de sprint o circuito sobre pavimento, vamos, lo de siempre.
• Off-road: Carreras fuera de pista, sobre tierra y con saltos. Llegan a ser impresionantes, pero no me terminaron de gustar pues, aunque sea fuera de pista siempre hay un camino de tierra por el que tienes que ir. Si vas por donde hay unos cuantos arbustos tu velocidad baja considerablemente así que el “off-road” se convierte en carreras por pistas de tierra sin irregularidades.
• Drag: Arrancones de cuarto de milla o media milla. Transmisión manual obligatoria, just like old times.
• Drift: Estos eventos son por Score, dependiendo de el trazado se te da un Score objetivo para batir. No me gusta que hayan quitado totalmente a los oponentes en carrera, me parecía muy divertido ir derrapando al lado de otros 4 coches, pero sigo siendo divertido ir colina abajo.
• Runner: Escapar de la policía o entregar paquetes, al final del día no es nada mas que un contrarreloj. ¿Que paso con haz 25 takedowns y escapa de la policía? o el haz 100,000 dólares en daño y consigue escapar. Afortunadamente los takedowns no están tan mal como parecían en un principio.

Para cada disciplina necesitas un coche, y esto me lleva contarles sobre la desagradable manera de mejorar el rendimiento. Unas tarjetas mejor conocidas como speedcards son las responsables de ir mejorando tu auto con algunas ventajas o desventajas. Por ejemplo el ECU te da un boost de aceleración o de salto o de frenos y así constantemente con todas las tarjetas, si tienes 3 del mismo fabricante te dan un bonus y bla, bla, bla.

Y tal vez ustedes piensen: “oye, pues no esta tan mal”. Créanme, es una blasfemia a la economía del juego, a tu tiempo y a la manera de modificar un coche. ¿Recuerdan los derelicts? Digamos que ya van en la segunda parte del juego, necesitan un off-road con una clasificación de 310, pero el suyo sólo llega a los 300 y no tienen tanto dinero, así que van en busca del escarabajo, encuentran todas las partes y le dan a reconstruir como off-road.

Ese escarabajo empezó en 100, así que lo llevamos a la tienda donde venden las speedcards pensando en que si ya te salen tarjetas de nivel 12, el escarabajo va a subir rápidamente de nivel. ¡Oh sorpresa! Las tarjetas son nivel 2 y 3 así que tienes que comprar todas esas mejoras, esperar 10 minutos para que la tienda tenga nuevas tarjetas y comprar las de nivel 5; esperar otra vez y comprar las nivel 7, si es que te salen, claro. Gastas y gastas dinero constantemente, así que tendrás que grindear por horas; ahora que lo piensas hubieras grindeado por la mitad de tiempo y tendrías un coche mejor. Ya perdiste todo el día en eso, no has avanzado en la historia y hace horas que dejaste de divertirte ¿ahora entienden mi odio?

El mapa es enorme, pero llega a ser abrumador el tener tantas cosas en él, entre coleccionables, zonas de derrape, eventos y demás, el recinto se llena eventualmente de iconos dejándote con el pensamiento de: ¿Qué hare primero? Me parece triste ver que ante el mapa más grande creado para un Need for Speed, las carreras sean casi todas con las mismas rutas.

No eres tú, soy yo

Need for Speed Payback está hecho con el motor gráfico Frostbite, sí, ese motor que Electronic Arts decidió sería su punta de lanza pero que al parecer nadie, excepto la gente de DICE, puede sacarle todo el jugo. Payback no es la excepción, con todo y las actualizaciones, los tiempos de carga son lentos; cuando reinicias una carrera debería de ser casi instantáneo, las texturas se van cargando incluso cuando tú ya estás en movimiento, los coches carecen de detalle y la sensación de velocidad me parece risible, si no tienes un coche que tenga una aceleración explosiva y una velocidad que pase los 300 km/h no vas a sentir adrenalina alguna. La noche nunca llega al nivel del juego pasado pero me agrada que en Payback transcurra el tiempo.

Cuando tienes años jugando Need for Speed y en general juegos de Electronic Arts, te acostumbras a su estilo de música, hip-hop, rock alternativo, electrónica, etc. La banda sonora me parece buena, Tom Morello, Gorillaz, Queens of the Stone Age, hacen de las carreras algo disfrutable, pero lamentablemente me parece que se quedan cortos en la alineación, después de 3 horas te das cuenta de que esa canción ya la escuchaste varias veces, claro que esto se puede arreglar complementando con nuestras listas favoritas de Spotify, pero de entrada no tendría que existir esa necesidad.

En cuanto al sonido de los coches, este es aceptable, la aceleración, los cambios, el nitro, el turbo, todo suena bien, pero los sonidos son muy parecidos para todos los coches, cosa que no me agradó. El sonido ambiental no cambia, no importa si estamos en la ciudad o en el desierto nunca se siente diferente estar en una zona u otra y eso puede llegar a afectar la experiencia y la emoción.

Algo que me molesta mucho de los juegos de hoy en día es que no puedas poner directamente en el juego el idioma que quieres escuchar y el idioma de los subtítulos, el que tengas cambiar el idioma desde los ajustes de la consola en cuestión, es fastidioso. Por cierto, el juego no viene en español latino y el doblaje ibérico me parece horrendo, lo soporté por 2 horas y decidí escucharlo en inglés que, por cierto, tampoco es nada del otro mundo.