Esta expansión añade al juego una gran variedad de elementos que resultan muy atractivos pero… ¿vale todo lo que cuesta?
Desde su lanzamiento en abril del año pasado, Mortal Kombat 11 se ha mantenido, y con justa razón, como uno de los mejores juegos de pelea de la actual generación de consolas -y el mejor de toda la franquicia, a mi parecer-.
A lo largo de todo este tiempo, NetherRealm Studios ha logrado que su título permanezca en los reflectores al añadir nuevos personajes a su roster con el paso de los meses, algunos pertenecientes al universo Mortal Kombat (Shang Tsung, Nightwolf y Sindel) y el resto invitados muy peculiares (Terminator, Joker y Spawn); cada uno con estilos de combate que han brindado más variedad al gameplay.
Sin embargo, cuando creíamos que el futuro del juego seguiría ese mismo rumbo de recibir sólo peleadores extra, la compañía sorprendió al mostrar un as que tenían guardado bajo la manga. Ese as fue una expansión mayor que llegaría a MK11 bajo el título de Aftermath, misma que añadiría más historia, personajes, escenarios y muchos otros elementos que prometían brindar a los usuarios que tomaran la decisión de adquirirla varias horas extra de entretenimiento, sangre y partidas llenas de adrenalina.
El pasado 26 de mayo, dicha expansión finalmente hizo su arribo y tuve la oportunidad de acceder a ésta y jugarla a profundidad, por lo que a continuación expondré no sólo todas las novedades que ofrece, también mi opinión sobre cada uno de esos elementos.
¡Detente, Liu Kang, antes de que nos condenes a todos!
Sin lugar a duda, el principal atractivo de Aftermath es la expansión que hace al modo historia de Mortal Kombat 11, apartado que ya era uno de los más atractivos del juego y que con este añadido se vuelve todavía mejor debido a que si bien presenta una historia que cae en el cliché, está muy bien narrada y permite conocer más sobre algunos personajes del universo MK.
Esta nueva parte de la trama inicia inmediatamente después de lo ocurrido al final del juego, cuando Liu Kang logra vencer a Kronika y asume el control del reloj de arena con el que podrá crear una nueva era; sin embargo, cuando está a punto de iniciar con su misión, un portal misterioso se abre y de éste emerge Shang Tsung en compañía de Nightwolf y Fujin. Estos tres personajes informan que fueron enviados por Kronika a un vacío “más allá del tiempo” desde donde presenciaron todos los hechos ocurridos; una vez derrotada la titánide por Liu Kang, lograron escapar y acudieron al nuevo dios del trueno y fuego para advertirle que debe obtener la corona de Kronika si es que desea controlar el reloj pues, de lo contrario, lo único que logrará es acabar con todo lo existente.
Por supuesto, Shang Tsung, con toda la astucia que le caracteriza, idea un plan para obtener dicha corona: viajar al pasado antes de que Kronika pueda obtenerla y posteriormente entregársela a Liu Kang. Es así como inicia una pequeña pero muy bien desarrollada aventura, llena de acción, traición y, por supuesto, violencia desmedida.
Si se suman las secuencias de video con todos los combates que hay en medio de cada una, en total tenemos un estimado de tres horas extra, lo cual no me parece nada mal, sobretodo si tomamos en cuenta que la historia principal del juego dura cerca de cuatro horas.
Como lo mencioné, esta continuación de la historia no se destaca por su originalidad ya que esa premisa de viajar en el tiempo para tratar de corregir cierta situación es una que se ha empleado infinidad de veces. A pesar de esto, la forma en que se desenvuelven los hechos y el peso que se brinda a cada personaje involucrado -especialmente a Shang Tsung-, dan como resultado algo bastante interesante de observar. Quizá, lo único que puedo criticar es el hecho de que no se haya incluido en la trama a los personajes invitados, como Spawn, y aunque entiendo que se habrían sentido fuera de tono, algún papel pequeño creo que no hubiera estado mal.
Nuevos personajes, escenarios y AMISTAD
Bien, ya que hablé sobre la nueva historia que añade Mortal Kombat 11: Aftermath, ahora es momento de abordar los otros tres elementos importantes que trae consigo esta expansión; es decir, los nuevos personajes, escenarios y, algo que definitivamente no esperábamos, los Friendship, finishers que no habían aparecido en un juego de la franquicia desde Mortal Kombat Trilogy.
Primero, voy a enfocarme en los tres nuevos personajes: Robocop (cuya voz y captura facial fueron grabados por el actor Peter Welller), Sheeva (quien regresa a la serie luego de no haber estado en Mortal Kombat X) y Fujin (dios del viento y hermano de Raiden). Obviamente, cada uno de estos peleadores tiene su estilo particular, ofreciendo opciones para todo tipo de jugadores.
De estos personajes, Fujin es definitivamente el que me resultó más atractivo debido a su agilidad, velocidad y un set de movimientos que permite realizar combos de gran amplitud. Sheeva, por otra parte, destaca por su devastador poder aunque eso no quiere decir que sea un personaje tosco ya que también es capaz de ejecutar buenos combos. Finalmente, Robocop es quizá con el que menos disfruté jugar debido a lo poco dinámico de su repertorio peeeero… ¡es el que tiene el mejor Friendship! -¿Robocop bailando con un filtro ochentero? Ufff-
Ver que los Friendship formarían parte de Aftermath fue sin duda una muy grata sorpresa, pues luego de tantos años en el olvido, parecía que NetherRealm Studios nunca más volvería a usarlos. Por fortuna, están de vuelta y es algo que al menos desde mi perspectiva merece celebrarse pues añaden un toque de frescura al final de cada partida junto a los Stage Fatalities, que también fueron introducidos al juego en esta expansión.
Y ya que menciono a los Stage Fatalities, éste fue uno de los elementos que más me decepcionó por un gran motivo: sólo se pueden aplicar en tres escenarios, lo cual me resulta extraño aunque no pierdo la esperanza en que con el paso del tiempo se habiliten en más stages. A propósito de escenarios, también se añadieron tres: Klassic Dead Pool, Soul Chamber y RetroKade.
Y entonces, ¿vale la pena?
Sí, todo el nuevo contenido que trae consigo Mortal Kombat 11: Aftermath es en definitiva muy disfrutable y se agradece que los desarrolladores hayan tomado la decisión de nutrir aún más un juego que ya de por sí era bastante robusto; sin embargo, tiene un detalle que le resta puntos y es su precio.
Esta expansión se vende por 39.99 dólares (o 999 pesos mexicanos), cantidad que considero un tanto elevada, sobretodo si consideramos que sólo se está vendiendo la historia extra y los tres nuevos personajes ya que tanto Friendships, Stage Fatalities y nuevos escenarios están disponibles también para los usuarios que decidan no comprar el DLC.
¿Un par de horas más de historia y tres personajes por 40 dólares? El Kombat Pack cuesta la mitad y añade seis personajes, por lo que haciendo una comparación no parece ser muy justo.
Otro problema es que, para tener acceso a Robocop, Sheeva y Fujin, es forzoso comprar Aftermath ya que no están a la venta de forma individual. Entiendo que debe haber un incentivo para que los usuarios adquieran la expansión, pero habría sido bueno dar también la opción de adquirirlos individualmente, tal como ocurre con los personajes incluidos en el Kombat Pack.
A final de cuentas, la decisión de comprar o no este contenido depende de cada persona. Si no te duele desembolsar tal cantidad de dinero, tienes interés en descubrir la nueva historia y jugar con los tres personajes ya mencionados, adelante; en caso contrario, recomiendo esperar a que haya alguna rebaja de precio o se lance una versión de Mortal Kombat 11 con todo el DLC incluido, lo cual es bastante probable que ocurra si se toma en cuenta lo que ha sucedido con entregas pasadas de la franquicia.
