Cuando los videojuegos iniciaron, nadie conocía a sus creadores, y compañías como Atari llegaban al grado de no darle crédito a los creadores de sus juegos, por lo que era más bien común que la gente se encariñara con los personajes que controlaban.
Los desarrolladores han adquirido mas prominencia en décadas recientes, pero volverse una figura tan importante como tu personaje de ficción es increíblemente difícil y se vuelven en iconos de la industria que ayudaron a crear.
Satoru Iwata uno de esos extraños personajes que alcanzaron esa fama. Pero en esta ocasión no hablaremos de su tiempo en HAL Laboratory y su tiempo como presidente la gran Nintendo, hablaremos de cómo veía a los videojuegos mediante sus afamados Iwata Asks.
Cuando Iwata realizaba estas interesantes entrevistas, podíamos ver no sólo la historia de desarrollo del juego que tanto esperas, también aprendíamos lo que Iwata consideraba que era importante para las compañías externas que quisieran trabajar con Nintendo: No nos tengan miedo y hagan algo en lo que ustedes sean buenos, no los queremos forzar si no aconsejar.
Por otro lado Iwata se mostraba siempre sagaz al hablar con los directores de los juegos y llegaba a entender sin mucho problema las situaciones en las que estaban a cargo. Siempre buscaba hacer las preguntas importantes para que pudiera aprender sobre el juego y que el equipo reunido pudiera contribuir a la plática, con resultados graciosos en algunos casos.
Iwata se volvió la cara de Nintendo por varias razones, la más grande siendo la necesidad de renovar a la marca que iba de bajada desde el Virtual Boy, con las subsiguientes consolas buscando mantenerla en una posición favorable, pero lejos de su antigua dominación en el mundo de los videojuegos.
Las diversas políticas que realizó fueron un claro contraste contra la competencia y lograron un inesperado éxito, además de probar que la industria actual tiene un enorme problema: que no es autosuficiente y los juegos más ambiciosos de enormes presupuestos en su mayoría son poco lucrativos y son expuestos a un enorme riesgo: no recuperar su inversión. Si bien sus respuestas en el Wii y DS han sido el mejor ejemplo de esto, el resto de la industria prefiere seguir este inestable camino junto a Nintendo, que de cierta manera terminó por relegarse a un nicho, el nicho que busca que los videojuegos sean entretenidos y divertidos.
Iwata deja un legado que cuenta con un futuro incierto, la propuesta de juegos de celulares con DeNa es un hecho inminente pero no sabemos más detalles ni los detalles de la negociación. Sólo podemos esperar que desde mas allá de la tumba nos haya dejado parte de su legado lúdico, un legado que sea en primer lugar divertido para todos y para forjar amistades por un enorme tiempo.
